Tri de Allariz 2011: vuelta al origen
20 de Agosto de 2011, hace un año iniciaba mi andadura en los triatlones. En aquella ocasión competía yo sólo, este año, están conmigo Carlos y Dani dispuestos a disfrutar los tres juntos de esta prueba, que aún siendo nivel de aficionados, es bonita y dura a la vez.
Llegamos el viernes 19 a Allariz. Una vez alojados en el hotel, Dani y yo, arrastrando a nuestras chicas y niños con nosotros, nos fuimos a recorrer el tramo del río donde se disputaría la prueba. Los Cs (Carmen y Carlos) llegarían más tarde. Una vez ya tod@s juntos, nos vamos a ver a mi familia a A Fontela. Allí nos esperan mis padres Lucita y Eugenio, mi hermano Félix, mi cuñada Chelo y Adrián, mi sobrino. Recibimiento típico gallego, en seguida la mesa se llena de comida: queso, chorizo, empanada y para acompañarlo cerveza, vino y también agua. En resumen, la dieta normal de un triatleta.
Tras unas horas de compadreo, regresamos a Allariz, no sin adquirir el compromiso con Félix y Chelo que la cena del sábado, después de la prueba sería en su casa; eso sí algo fácil de preparar y ligero: ensaladas y embutidos.
Ya de vuelta a Allariz, seguimos con la rutina típica del día anterior a una prueba. Nos vamos a un pub de gaiteirada (concierto de gaitas). Bailamos, reímos y nos tomamos las pertinentes bebidas isotónicas: cerveza, ron-cola, gyntonic, ...
A la mañana siguiente, Nuria y yo le enseñamos el pueblo a los demás y a la hora de comer, nos dividimos: los NUx nos vamos a comer a A Fontela y los otros se quedan por Allariz. Fijamos la hora de concentración en el hotel para ir a la carrera.
A las 4 PM nos encontramos Dani, Carlos y yo en la recepción del hotel listos para ir a recoger los dorsales. Durante la recogida dos noticias: el neopreno no está permitido, lo que provoca, los mascullidos de Carlos y que cae un chaparrón típico de agosto que nos deja calados.
Las 5.45 PM, ya estamos en boxes con todo preparado, llegan nuestros fans: Carmen, Nuria, Diana, Dani Jr, Mario, Javi, Eugenio, Lucita, Félix, Chelo y Adrián.
Las 6 PM, salimos a nadar. Primeros golpes y agobios, hasta que logro coger una ruta despejada. Las brazadas ya van mejor, giramos entorno al pilar del puente romano. De repente, mis manos chocan contra el fondo del río, se ve que este año el cauce es bajo. Sigo nadando de vuelta orientándome de forma que no nade más de lo necesario.
Salgo del agua, me siguen Dani y Carlos. Voy a por la bici y allí siguen nuestros fans gritando para animarnos. Empiezo el segmento de bici y las sensaciones son buenas. Ya iniciado el tramo de subida, me pasa un grupo encabezado por un triatleta de color, Dani viene en ese grupo y me grita "venga Uxio coge el grupo". Lo intento, pero el ritmo es alto para mi, decido seguir con el mío, pues aún queda mucha subida. El grupo que me pasó se fragmenta, Dani se queda en el segundo, lo tengo a la vista pero no puedo alcanzarlo. Llegamos al final de la subida y giramos para deshacer el camino. Consigo contactar con Dani y me pongo a tirar. No vemos a Carlos, luego sabríamos que se hizo todo el segmento de bici con la rueda delantera frenada!! Llega la bajada y nos pasa un grupo que va fuerte, Dani se va con ellos, pero yo, que no bajo también como él, me quedo y ya no logro contactarle.
Transición a la carrera, de nuevo, recibimos los ánimos de los nuestros. Zapatillas puestas y a correr. Tengo muy buenas sensaciones durante los primeros kilómetros y cojo confianza. Todo va bien, el recorrido es duro, pero lo voy completando. Veo a Dani que ya están en la última subida; pero no puedo alcanzarlo; así que nos vemos en la meta; también llega Carlos.
Carrera completada y felicitación de los nuestros. Un año más no puedo satisfacer a mi madre levantando alguna de los trofeos; luego siempre me pregunta, "¿si no ganas para qué corres?" No encuentro la respuesta.
Nos duchamos en el hotel y nos vamos a casa de Félix y Chelo, para afrontar la frugal cena acordada. Llegamos y el olor dice que aquí hay algo más. Así es, veo a Félix detrás de la barbacoa con humeantes trozos de carne y chorizos. Además, Chelo ha preparado unos pimientos que huelen... Eso sí, además también hay ensalada y embutidos. Manos a la obra, risas, las mismas anécdotas de nuestras carreras y para terminar, Dani, que está de cumpleaños nos ofrece una tarta que apenas cabe en la mesa.
Como siempre otra prueba donde lo deportivo está en segundo plano, lo importante es lo bien que nos lo hemos pasado y además esta vez con mi familia y en mi tierra.
Gracias a nuestras chicas por acompañarnos siempre, a mis padres por su acogida y a Félix y a Chelo por esa cena espectacular que nos prepararon. El año que viene repetimos, pero esta vez, Félix y Adrián, queremos veros de corto.
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Buesa -