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Ser Cultos para Ser Libres (José Martí) Opinemos, debatamos; eso nos hará fuertes

Triatlon de Elche 2011

5.30 de la mañana del domingo 10 de abril, Alicante, suena el despertador del teléfono; apenas he podido dormir tratando de visualizar el reto que me espera: 1900 metros nadando en el mar, 90 km de bicicleta y 21 km corriendo.

Me levanto y Dani ya está en la cocina, también con el mismo reto por delante; él ha sido mi gran motivador e inspirador de esta nueva afición: el triatlón.

Preparamos el desayuno según lo que habíamos acordado, nada de cambios con respecto a otras mañanas: mis cereales de frutos rojos, mi zumo y mi pieza de fruta. A continuación nos enfundamos la ropa y preparamos el petate para todas las pruebas que nos esperan: neopreno, zapatillas para la bici, ...

Una hora después, estamos en el coche conduciendo hacia la playa de los Arenales bajo la noche. Llegamos, aparcamos y con los nervios encima, me encamino con Dani hacia la zona de boxes para preparar el inicio de la competición.

Empieza la rutina previa al inicio de cualquier triatlon, el material perfectamente colocado dentro de la cesta, el baño de vaselina por las zonas conflictivas y susceptibles de roce del cuerpo, comprobar el inflado de las ruedas de la bici. Echo un vistazo al box y pienso, qué tienen en común 1000 chiflados y chifladas que se reunen de madrugada para salir a hacer 113 kilómetros?

Salimos con destino a la playa, el sol apenas se refleja en el agua, la arena está fría y las boyas que señalan el circuito parecen que estuvieran muy lejos; acabamos de colocarnos el neopreno.

8.20, apenas 15m para mi salida, me sumerjo en el agua para calentar y ajustar el neopreno. 10 minutos más tarde, llaman a mi grupo de salida, abrazo a Dani, nos deseamos suerte y le doy las gracias por todo lo que me ha enseñado y por estar casi siempre entrenando juntos aunque a él le supusiera madrugar más...

8.35, 5m para la salida, estoy en mi cajón, con otros cientos de triatletas. Atrás quedan casi 1600 kilómetros recorridos a nado, en bicicleta y a pie y alrdedor de 110 horas durante escasos 5 meses. Esto no termina con esta competición, sino que otros 2 triatlones de media distancia me esperan. Me pregunto que me esperará durante la prueba y lo más importante, acabaré? Confío en mis posibiliades y en el entrenamiento realizado; pero tengo por delante una incógnita que se irá resolviendo a medida que pasen los kilómetros y las horas.

Suena la bocina y empiezo a correr en el agua, me lanzo a nadar, primeras brazadas y primeros tropezones con otros competidores. Levanto la cabeza y enderezo mi rumbo camino de la primera boya; la dejo a mi derecha. De nuevo saco la cabeza y a por la segunda.

Las sensaciones son buenas, mi cabeza dice que en cuanto alcance la segunda boya el tramo de agua ya está hecha. Segunda boya al lado de mi brazo izquierdo, enfilo el trayecto paralelo a la costa y a por la tercera. Empiezo a ver gorros verdes de la anterior salida, ésto marcha. Por fin enfilado hacia la costa, regulo las brazadas; veo la arena cerca de mi, me pongo de pie y salgo a la zona de transición. Nada de sensación de mareo, me quito los tapones y la parte de arriba del neopreno miro el reloj: 36 minutos; genial!!

Llego al box, termino de quitarme el neopreno, calcetines, casco y zapatillas; bicicleta en la mano y salgo de los boxes. Me subo y empiezo a dar las primeras pedaladas. Empiezo a hablarme: tranquilo, a regular, vamos bien. Los primeros kilómetros son de buenas sensaciones. Voy comiendo y bebiendo siguiendo el guión. Uso los acoples cuando el perfil de la carretera lo permite; sin embargo, las pulsaciones no van según lo pensado, están por encima. Primeros 40 km y seguimos sin cambios. Lo peor está por llegar. Desde el kilómetro 60 al 75, todo cambia, no encuentro el ritmo, me pasan muchos triatletas, no consigo un buen ritmo y las pulsaciones están disparadas; pero al menos ya sólo quedan 15 kilómetros. Últimas rampas y bajada hacia boxes; apenas 3 horas para completar los casi 90 kilómetros. Estoy contento, sumando las 2 horas que como mucho tardaré en terminar los 21 km, acabaré en menos de 6 horas. Mi inicio de la carrera coincide con la llegada del primer clasificado masculino, vaya tío!!

Dejo la bici y el casco en mi sitio del box, zapatillas de correr y un último trago al maldito isotónico. Salgo a correr y no me siento bien, mi estómago protesta es como un globo aerostático. Cada paso que doy es un sufrimiento, un dolor horrible en el estómago. No logro coger ritmo, desnivel hacia arriba y los 75 escalones, parecen que fueran al infierno. Los subo andando y los primeros dolores musculares aparecen. Final de los escalones, un poco de llano y veo una rampa de cuyo desnivel no quiero acordarme. De nuevo me poco a andar, las pulsaciones están casi tan arriba como el final de la rampa. Me encuentro fatal, pero empieza la bajada hacia el paseo. Todavía puedo correr, oigo el griterío de la gente nimando. Los dejo atrás y entro en una carretera que se adentra en unos pinares en paralelo a la playa.

El ligero desnivel hacia arriba, el calor y el horrible dolor de estómago hacen que sufra como nunca antes. La carretera no se acaba, de repente un giro a la izquierda y a correr sobre arena, no puedo más. Salgo de los pinos a la carretera y de nuevo empiezo a caminar. Mi cabeza no tiene ningún pensamiento positivo, sólo piensa ¡todavía otra vuelta más por este infierno! nada de correr los próximos dos medio aironman!! Llego a la zona de arena, casi 200 metros, que por supuesto los hago caminando. De nuevo al paseo, veo a Dani que ya está en la segunda vuelta, grita qué tal voy, pero no puedo ni responder. Mi chica Nuria,  Diana y los peques y  los Ces (Carlos y Carmen); "los mios" me animan. Pongo buena cara y hasta algo alguna payasada, qué forma de gastar fuerzas!!, pero lo hago para no preocuparlos.

De nuevo los escalones, la rampa. De repente en el paseo otra vez y en mi ánimo está el abandonar. Cuando llego a la altura de los mios con la intención de pararme, levanto la cabeza buscándolos y veo a Carlos, que grita: Uxio me voy contigo, vamos a acabarlo!!! Durante los últimos 6 kilómetros, me arrastro corriendo con Carlos al lado. Todo es información positiva lo que me transmite, me anima; no sé cómo, pero empiezo a sentirme un poco mejor. Me convence y me convenzo de que sí voy a acabar. La arena infernal otra vez, cuesta y el paseo. Todo es diferente, enfilo los últimos 50 metros y ahí están todos y todas gritándome, 6 horas y 1 minuto para completarlo.

La concluión es que en este tipo de distancias, no vale la planificación de los tiempos que tengamos en cada sector de forma aislada; el triatlon de larga distancia es una suma de kilómetros y de horas, en la que las circunstancias y sensaciones que se van sucediendo durante la prueba son las que marcan el tiempo final.

Ahora como en cualquier final de un libro, los agradecimientos:

Gracias Nuria por compartir nuestro tiempo libre con las horas de mi entrenamiento.

Gracias Dani, por compartir tu entrenamiento contigo y madrugar más de la cuenta para poder salir juntos. Eres el "culpable" de que me guste esto del triatlon.

Gracias Carlos por correr a mi lado los últimos 5 kilómetros de Elche, no hubiera terminado!!

 Sed felices y practicad deporte; el mundo será mejor

 

4 comentarios

Aki -

Estas crónicas son las que hacía tiempo que no leía... la veteranía, la madurez y el sentido común hacen que el sufrimiento se resista en aparecer... Pero si no fuera por él jamás podríamos transmitir lo que significa acabar una prueba como ésta.

Muchas felicidades por tu proeza, seguro que jamás lo olvidaras y a tus nietos les encantará.

Gustavo -

Pero pibe, en que superman te has convertido !!! Enrhorabuena

Howe -

Genial!
sencillamente genial. Me ha encantado. Eres un campeón. Pedazo paliza te has metido para el cuerpo. Lo bueno es que el cuerpo es inteligente y estará preparado para sufrir de nuevo... ;-)

Buesa -

¡Enhorabuena, Uxío! Toda una demostración de fuerza de voluntad. Mucho ánimo para los siguientes retos que te propongas y a seguir así. Un fuerte abrazo